Buenos Aires llegó a ser una ciudad con una fuerte presencia afro. Hacia comienzos del siglo XIX, al menos un 30% de su población era negra o afrodescendiente, y en varias zonas del casco histórico resonaban los candombes, las procesiones y las reuniones de las antiguas “naciones”.
Aunque -al menos a simple vista- el legado de aquella cultura afro pareciera estar ausente de las calles, aún quedan algunos espacios, esquinas, plazas y casas que conservan huellas materiales y simbólicas de aquella Buenos Aires negra.
A continuación, un recorrido por algunos de esos los lugares:
San Telmo – Antiguo Barrio del Tambor
Defensa, Balcarce, México, Chile y Humberto 1°
Corazón del antiguo Buenos Aires negro. Aquí vivieron las familias afrodescendientes libres y esclavizadas desde el siglo XVIII. En sus patios y conventillos sonaban los tambores del candombe y se organizaban las comparsas. En las calles del barrio es posible encontrar afrodescendientes que regularmente tocan candombe (estilo uruguayo), especialmente los domingos en la Plaza Dorrego. En noviembre se suelen hacer llamadas de candombe donde concurren una gran cantidad de comparsas de Buenos Aires y Montevideo.
Monumento a María Remedios del Valle
Avenida Independencia y Bernardo de Irigoyen,
La escultura rinde un homenaje tardío a la heroína afrodescendiente que luchó junto a Manuel Belgrano y alcanzó rango de capitana en las guerras patrias.
Iglesia de San Pedro Telmo
Humberto 1º 340
Originalmente llamada Iglesia de Nuestra Señora de Belén, su entorno fue uno de los focos urbanos donde los afroporteños desplegaron sus costumbres, reuniones festivas, procesiones, manifestaciones religiosas y sociales. Fue utilizada como hospital durante la fiebre amarilla que diezmó a una buena parte de la población de Buenos Aires, afectando a la comunidad afroporteña. En su interior hay un museo donde pueden encontrar vestigios de la orden jesuítica y unos pocos objetos relacionados con la comunidad afro.
Parque Lezama
Está delimitado por las calles Defensa y Brasil y las avenidas Martín García y Paseo Colón.
Durante el siglo XVIII y parte del XIX, fue un centro de comercialización y depósito de personas esclavizadas, pues allí funcionaba la llamada barraca de la Compañía de Filipinas —dedicada al tráfico de esclavizados africanos—, siendo uno de los puntos neurálgicos del comercio esclavista en el país.
A pesar de su triste pasado, en el parque y su entorno suelen realizarse llamadas de candombe y otras expresiones culturales afroporteñas, reafirmando la importancia simbólica e histórica de Parque Lezama para la comunidad afrodescendiente de Buenos Aires.
Movimiento Afrocultural
Defensa 535
Un espacio de difusión cultural que, desde 1987, ofrece clases de candombe, danzas, capoeira y percusión.
Plaza Roberto Arlt
Rivadavia y Esmeralda (Microcentro)
En la plaza se emplazó un sitio arqueológico donde se halló un antiguo cementerio del siglo XVIII con esqueletos posiblemente afroporteños y objetos rituales (pipas, amuletos, cerámicas)
El Tambo Afro
Bolívar 1063
Tienda de emprendimientos afro de la Argentina, gestionada por mujeres y dedicada al arte y la comunidad. También es la sede de Lunfarda Travel, que realiza excursiones por la ciudad con una perspectiva afroargentina.
Zanjón de granados
Defensa 755
El Zanjón de Granados, ubicado en el barrio de San Telmo, es una de las joyas subterráneas más emblemáticas de Buenos Aires. Este sitio es un conjunto de túneles restaurados que datan del siglo XVI, cuando el área fue uno de los primeros asentamientos de la ciudad. Durante su recorrido, los visitantes pueden caminar por pasajes estrechos y observar restos arqueológicos que narran la evolución de la ciudad desde la época colonial hasta la actualidad, lo cual incluye presencia de afrodescendientes.
La Casa Mínima
Pasaje San Lorenzo 380
La Casa Mínima es la casa más angosta de la ciudad con sólo 2,8 metros de ancho su fachada y 13 metros de profundidad. La habitación superior tiene solo 2,2 metros de ancho.
La casita conserva sus materiales originales de principios del siglo XIX y está enclavada en un predio en el cual estuvo asentada una casa grande que perteneció a la familia Peña. A partir de 1860, la casa fue objeto de sucesivas subdivisiones y modificaciones conformando conventillos y locales comerciales.
La leyenda del barrio dice que fue construida por un esclavo liberto, en una pequeña porción de terreno cedido por su antiguo amo, en agradecimiento a sus servicios y para que tuviera su vivienda de hombre libre. Esta tradición no pudo ser verificada mediante documentación, pero existe una tradición oral que desde 1890 la denomina «la casa del esclavo».
Fotos: Gobierno de la ciudad y Ángel Hadzi

































